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Se merecen un bravojulio 25Me gustan mucho los casos de rediseño de marcas porque son uno de esos momentos en que se nos ven los palos del sombrero. Es aparecer una marca que cambia su estilo visual y nos ponemos todos el gorrito de expertos en branding y diseño y sacamos el repartidor de gustos: Pues a mi me parece bien y a mi me parece mal y yo lo hubiera hecho así y yo asá. Cualquier disciplina es susceptible de ser “futbolizada”, que es eso que nos pasa a todos los que creemos ser entrenadores de fútbol dentro pese a no tener ni reputísima idea de qué significa entrenar futbol. Semos asina. Hace unos meses Adobe, la marca con la que la gente normal abre pdf´s y con la que parte de microbio pasa su día a día, ha actualizado su identidad visual. En general ha gustado a todo el mundo: es un trabajo sencillo y bien ejecutado que no cambia nada pero que ordena las cosas y otorga consistencia. Adobe tenía un buen logotipo y, desde ahí, ha mantenido y aumentado su universo visual, que es un poco el momento en el que nos encontramos. Hemos pasado ya los años locos de la pantallización de todo y las aguas se van calmando: no es necesario reinventar la rueda a cada paso, basta con coger lo mejor que tenemos y mejorarlo, trabajar desde lo hecho para nuevos entornos, un poco de sentido común entre tanto hype. Bravo por Adobe. Pero bravo no por que todo el mundo esté de acuerdo en que es un buen trabajo si no por todo lo que hay detrás de ese buen trabajo. Una marca es, como hablábamos el mes pasado, un pueblo que se convierte en ciudad donde hay miles de voces, intereses y movimientos para llevarlo por un camino o por el siguiente. Ahora, en lugar de mirar sólo a la parte visual, intentemos imaginar lo que hay dentro de Adobe aunque sea desde fuera, como unos tertulianos cualquiera de un programa deportivo. Imagina que tienes competidores como Figma o Canva abriendo mercados nuevos que no tenías muy controlados; imagina que intentas comprar uno de ellos, el más cercano a tu segmento principal y te acaban diciendo que no puedes; imagina que la IA está disruptiendo la categoría sobre la que asientas tu culo desde hace más de 40 años posibilitando realizar en horas cosas para las que antes tenías que aprender lógica avanzada. Imagina también el pánico de algunos equipos, la sensación de zozobra, las ganas de acelerar, de frenar, de hacer esto y aquello que debe de haber en una organización que se enfrenta a todo eso. Y en esas, decides que necesitas un cambio, algo que de un nuevo impulso. Y contratas a un gran equipo. Y ese gran equipo te dice que tampoco es para tanto. Que no hace falta mucho lirili para este lerele. Que basta con tocar aquí y allí y utilizar lo que ya tienes: la A, el marco y un rojo más rojo. Eso sí que se merece un ¡Bravo! La cita del mes Si no puedes ser fuerte, pero tampoco sabes ser débil, serás derrotado. Para estar al día
Para leer tranquilamenteEl pintor español de 88 años, sin nostalgia ni discurso sobre la edad sigue pintando con la misma obstinación que de joven. Una visita a su casa-estudio en un reportaje que crea una mirada íntima al día a día del artista. La historia de Rod Canion, CEO de la mítica Compaq y uno de los responsables de plantarle cara a la entonces todopoderosa IBM. Para mejorar procesos
Miscelánea
¿Lectura recomendada? No, recomendadísima Un libro curioso para sumergirse sin cortapisas ni límites en eso tan extraño llamado Poder. Una guía para encontrar los caminos, duros y sin piedad, que facilitan alcanzar lo que muchos añoran sin saber lo que cuesta. 
No sé si hay que darle el Nobel o un guantazo. Tampoco sé qué pensará el gato. |
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